La gestión forestal sostenible es el manejo responsable de los bosques de modo que su biodiversidad, productividad, capacidad de regeneración y vitalidad se mantenga, para satisfacer las necesidades económicas, sociales y ecológicas actuales y futuras a escala global.
El papel sí crece en los árboles, y por ello es natural y renovable, además, a más papel, más árboles, pero no solo eso; también más empleo y menos CO2 en la atmósfera.
En España, la madera para papel se planta y se cultiva en aproximadamente de 400.000 hectáreas de plantaciones, básicamente de pino y de eucalipto, que contribuyen a incrementar la superficie arbolada y son grandes sumideros de CO2. Estas plantaciones suponen 4.120 empleos directos relacionados con los trabajos de repoblación y selvicultura y 12.360 empleos indirectos (maquinaria, transporte, talleres….), por lo que son una importante vía de dinamización del desarrollo rural.
El sector está comprometido con la certificación forestal: Están ya certificados el 33% de las fábricas del sector (el 100% de las fábricas de celulosa), el 100% de los proveedores de celulosa a fábricas integradas y el 65% de los proveedores de madera; pero sólo el 7,5% de la superficie forestal nacional (frente a un 30% de media europea). Promover la oferta de madera nacional certificada, es el camino para incrementar la oferta de producto certificado en el mercado.